* Por David Acuña
Te inmoviliza en la tristeza de lo que pudo ser. La memoria no, la memoria es un arma cargada de futuro, te permite volver a pasar hechos y personas por el recuerdo y los sentimientos. La memoria es un motor indispensable en la construcción del destino colectivo.
Los héroes existen, irrumpen en la historia para garantizar la victoria de los humildes, para reparar los sueños rotos. Quizás por eso Walsh nos enseñaba que las clases dominantes pretenden que no tengamos historia, héroes ni mártires.
Néstor, nuestro héroe colectivo, nuestro único héroe en todo este lío, no es una página más de un libro de historia. Es la fresca memoria de un pueblo, indispensable, para construir un destino mejor a la mierda con nos ofrecen como futuro aquellos que lo quieren encerrar en la nostalgia de un tiempo agotado.
Néstor reconstruyó nuestra Patria que estaba sumida en el infierno del neoliberalismo, la defendió del ALCA y la sumó al concierto de hermanas y hermanos de la Patria Grande. Néstor reconstruyó los sueños rotos de un peronismo que había sido utilizado por los más rancios intereses de una clase política proclive a pactar con el Capital en vez de combatirlo, nos devolvió el peronismo en clave de Liberación y Justicia Social.
Néstor caminó entre gigantes como Chávez y Fidel convocándonos a una nueva gesta de independencia y dignidad soberana. Néstor nos sigue convocando a ser protagonistas en ésta etapa histórica, nos ofrece un aprendizaje enorme sobre la tarea de enfrentar los desafíos en tiempos jodidos, nos dejó un proyecto fresco en la memoria de nuestro pueblo, y un liderazgo convalidado por la voluntad popular como es el de Cristina quien camina a la par de Alberto.
La militancia tiene un desafío enorme en esta etapa, nos exige pensar la realidad desde nuestros propios zapatos, sin permitir que el enemigo nos ofrezca sus recetas, por efectivas que sean, para edificar las respuestas necesarias ante un tiempo difícil.
La hora de la militancia implica defender las convicciones de un proyecto político que sigue vigente en nuestro Pueblo que nos exige resignificar el peronismo, para que su necesaria renovación política, le permita transformarse definitivamente en el hecho maldito de la restauración neoliberal, para no terminar atrapados en aquella máxima que indica que si el enemigo se impone, lo mejor es parecerse a nuestro enemigo.
Es una linda oportunidad, entonces, en éste capricho del calendario que nos exige recordar a Néstor, dejar de mirarlo con la nostalgia de un tiempo pasado. Recordar a Néstor, es volver a pasar sus enseñanzas por un presente cargado de desafíos hacia el futuro.
Néstor nos marca el camino, porque más que nunca, es la hora de la militancia.
* Corriente Peronista Descamisados – General San Martín.