14 de Febrero – La derrota del PRO en las PASO pampeanas a manos del radicalismo fue un mazazo y se temen un efecto dominó. Por el momento Luis Juez no acepta ir a una interna con Rodrigo de Loredo y en Córdoba se vislumbra un escenario anárquico.
Listas separadas de la UCR y el Frente Cívico aseguran la victoria de Martín Llaryora, el postulante schiarettista. El principal problema es que Juez propone un sistema de encuestas para definir al candidato de Juntos que, por el momento, no termina de convencer a De Loredo.
La victoria radical en La Pampa, donde el PRO invirtió cuantiosos recursos, dejó claro que la estructura del centenario partido puede complicar a sus competidores de Juntos más de lo imaginado. "Una semana en el Alvear a cada uno que nos votó era más barato", se lamentó un dirigente amarillo en diálogo con LPO.
Más allá del fracaso, en el PRO temen el efecto que puede tener la caída de Maquieyra en otras elecciones como Río Negro, Neuquén o Chubut, donde no está claro quiénes serán los candidatos.
En Córdoba, a diferencia de lo que ocurre en otros distritos, no hay Paso. Ni para elegir candidatos a gobernador, ni para la intendencia. Por lo tanto, desde hace varios meses el debate se obturó en qué mecanismo elegir, Juez tenía todo encaminado para encabezar el armado provincial con De Loredo como candidato a intendente o vice. El problema es que el radical a fines del 2022 se plantó: comenzó a coquetear con la gobernación y expuso a los caudillos radicales -Mario Negri y Ramón Mestre- por la falta de respaldo.
Para Negri el candidato a gobernador debe ser Juez y De Loredo debe garantizar la intendencia de la ciudad de Córdoba. "Primero París, después Francia", en palabras de Mario Negri. El jefe de la bancada radical días atrás le reclamó a Macri por el daño que hace a la coalición su indefinición, que es el mismo reproche que este sector le hace a De Loredo. "A donde va Macri, pierde", dicen cerca del jefe del interbloque de Juntos.
(Fuente: La Politica Online)